Wednesday, November 29, 2006
Rébecca.
Si uno nace en Gap, uno puede empezar un cuento así: vivir en Gap te marca. Cómo marca, no se sabe. Pero desde que conozco esta luz amagentada, esta consistencia de sombras, no puedo dejar de pensar en coger un mapa, un tren y visitar Gap. Pero claro, como soy una persona adulta nunca tengo tiempo. Digo tiempo de buscar en un mapa ese lugar dónde lo triste es bello.
Dautremer es un ser bello y quieto. Celofán en los ojos y, evidentemente, labios de francesa. Y mira tímida, levanta la cabeza, bonjour, y se sumerge en su mundo de niños adultos. Y te devuelve un tesoro como si sólo fuera un libro...
Cuenta Dautremer que desde que se publicó el cuento l'école française no para de representar la obra de "L'amoureux"... Sí señores, un anónimo cuento infantil se convierte en la biblia teatral de la France! Celeste, Aristide, Justine... han cobrado vida, han pisoteado junto a Thomas y Selie las consolas y la tele...Y todo gracias a un pincel, a una fórmula, a una textura que por sí sola explica, envuelve y reinventa lo ordinario.
Si por una casualidad de la vida hace ya unos años, no hubiera visto su libro...esto no se leería. Pero como me lo creo todo, pienso en aquel relato sobre el tiempo infinito, y entonces me tranquilizo, y pienso, de todos modos cada ene miles de años volvería a cruzarme con ese color, con esa Dautremer.
No sé si ya soy demasiado mayor pero a veces, especialmente en los aeropuertos, oigo unas voces: mind the Gap, mind the Gap...
(allez! enfants de MA patrie)
Tuesday, November 28, 2006
INVENTION.
√
LA MOCHILA VOLADORA.
L. siempre soñó con una mochila voladora, no porque llegara siempre tarde, no porque no supiera correr. L. no entendía cómo las cosas más simples no se habían inventado.
Cada uno tiene su fijación, y L. pasó su niñez boceteando mochilas voladoras. El porqué no había un transporte aéreo individual le parecía un agujero negro del progreso. A parte de la teoría de la relatividad no había nada que la intrigara tanto. Así que sus libros estaban llenos de prototipos de mochilas voladoras, mochila de montaña con paracaídas, mochila pequeña de moto con globo, troley para luego aterrizar mejor...
Y con esta intriga vital sobrevoló el umbral dels siglo XXI. Hasta que un pretendiente ingeniero se rió de L. porque no entendía cómo podía perder el tiempo pensando en mochilas voladoras. L que se dejaba seducir por lo políticamente correcto -como la mayoría de ustedes- dejó de dibujar mochilas voladoras.
Para nuestra anónima L. el cuento se acaba aquí. Punto.
Pero el viernes pasado, tomando una caipiriña en Copelia me encontré al Moraleja. Pues bien, me contó que no sé en qué programa de la 2 dieron un reportaje sobre un inventor que habia diseñado una mochila voladora...
Me enfadé mucho, pero todavía no sé si con L. por haber dejado de creer en imposibles, en ese novio resabidillo...o en el Moraleja, que igual había bebido más de la cuenta.
(A los perdedores y especialmente a Leonardo, mi héroe)
LA MOCHILA VOLADORA.
L. siempre soñó con una mochila voladora, no porque llegara siempre tarde, no porque no supiera correr. L. no entendía cómo las cosas más simples no se habían inventado.
Cada uno tiene su fijación, y L. pasó su niñez boceteando mochilas voladoras. El porqué no había un transporte aéreo individual le parecía un agujero negro del progreso. A parte de la teoría de la relatividad no había nada que la intrigara tanto. Así que sus libros estaban llenos de prototipos de mochilas voladoras, mochila de montaña con paracaídas, mochila pequeña de moto con globo, troley para luego aterrizar mejor...
Y con esta intriga vital sobrevoló el umbral dels siglo XXI. Hasta que un pretendiente ingeniero se rió de L. porque no entendía cómo podía perder el tiempo pensando en mochilas voladoras. L que se dejaba seducir por lo políticamente correcto -como la mayoría de ustedes- dejó de dibujar mochilas voladoras.
Para nuestra anónima L. el cuento se acaba aquí. Punto.
Pero el viernes pasado, tomando una caipiriña en Copelia me encontré al Moraleja. Pues bien, me contó que no sé en qué programa de la 2 dieron un reportaje sobre un inventor que habia diseñado una mochila voladora...
Me enfadé mucho, pero todavía no sé si con L. por haber dejado de creer en imposibles, en ese novio resabidillo...o en el Moraleja, que igual había bebido más de la cuenta.
(A los perdedores y especialmente a Leonardo, mi héroe)
Sunday, November 19, 2006
Thanksgiving IF.jpg
Thanksgiving IF.jpg
Originally uploaded by Mari Jo.
Este es mi primer bitono. y me encanta ....Porque le pega a este blog. Es tan dulce e inocente como un bombón de chocolate con leche.
Ñam!
Wednesday, November 15, 2006
Friday, November 10, 2006
CLEAR.
- Sí él creía realizarse en el Mundo Profesional
-ELLA ERA REALIZADORA DE SU MUNDO PERSONAL
ELLA. ELLA, SE CAMBIÓ EL NOMBRE Y SE HIZO LLAMAR FITZERALD. FITZERALD ABANDONO SU SITIO DE FUNCIONARIA EN UN BURO DEL GOBIERNO PARA REALIIZARSE. HABIA LEIDO MUCHOS LIBROS DE PNL Y SABIA QUE LO UNICO QUE MANTENIA AL SER ERA REALIZARSE.
PERO, OYE, QUÉ ERA RE-A-LI-ZAR-SE?????
MARCHO DE SU PUEBLO, ATRAVESO MONTAÑAS, HABITO LUGARES PARADISIÁTICOS... SIN EMBARGO NINGUN ALDEANO SABÍA DE QUÉ IBA EL VOCABLO REALIZARSE...
ERGO, QUÉ HACER?
- Si él se jactaba de llegar bien tarde cultivando su ambición.
- ELLA LLEGABA LO ANTES POSIBLE PORQUE NO SABIA QUE ERA REALIZARSE
-Si él sólo pensaba en el brillo de la placa
-ELLA, FITZERALD O THE GIRL NEXT DOOR LO TIENE CLARO. SABE QUE HA ATRAVESADO MONTAÑAS, HA HABITADO LUGARES PARADISIÁTICOS, Y QUE TODOS LOS ALDEANOS A LOS QUE PREGUNTO ACERCA DEL VOCABLO HAN MUERTO.
. Si él habita en el Mundo Profesional,
- FITZERALD ADORNA CON FLORES FRESCAS EL MUNDO PERSONAL. SI SE OXIDA, SI CANEA, NUNCA LA DESPEDIRÁN. Y REALIZARSE?
- ELLA LO TIENE CLARO.
Wednesday, November 08, 2006
CENICIENTA.
Cenicienta no era cobarde pero lo parecia. Actualmente se sentía muy confusa. Difusa era la línia entre lo que le gustaba y lo que debía. Se sentía como un cenicero. Pero por qué?
Sería fácil sentenciar: se convirtirá en ceniza... Pero no, ella no era un ser de contenidos, era un ser de forma. De este modo cuando no tenía tiempo empezaba a sentirse continente. Cenicero lleno de maleza, despiadados trámites kafkianos acababan por vaciarse en ella. El incienso de los días quemaba inapelable.
Ahumada,
Cenicienta observaba a modo de mujer-cenicero como el tiempo los combustionaba.
Invicta,
Cenicienta no se immutaba ante su arraigada desgana,
Cenicienta,
ahumada e invicta, te añoraba.
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